miércoles, 18 de octubre de 2017

ACADEMIA OPOSICIONES

http://www.larazon.es/opinion/editorial/intolerable-agravio-comparativo-OE16474947


 Guardia Civil y la Policía Nacional conforman la columna vertebral de la seguridad ciudadana y así son percibidas, correctamente, por la inmensa mayoría de la sociedad española. Son dos instituciones ejemplares, no sólo por su profesionalidad y eficacia a la hora de combatir el crimen y proteger a los ciudadanos, sino porque actúan desde el exquisito respeto a la Ley y a los derechos fundamentales que establece nuestra Constitución. Por ello, no es posible entender que se mantenga el agravio comparativo que sufren los hombres y mujeres que integran los Cuerpos de Seguridad del Estado, cuyos salarios y condiciones laborales son muy inferiores a las que disfrutan otras policías autonómicas y municipales. Por ello, LA RAZÓN, que siempre ha apoyado a quienes defienden nuestras libertades y aseguran con su esfuerzo y sacrificio la paz y la libertad ciudadanas, ha puesto en marcha una campaña informativa y de opinión para reclamar y conseguir que en el menor tiempo posible el Gobierno de la Nación corrija esta desigualdad inaceptable. En cada edición ofreceremos a los lectores datos, informes, opiniones, entrevistas y reportajes que respaldarán nuestra posición en este asunto y que mostrarán a las claras la justicia de lo que pedimos. La situación económica de España, que crece y, pese a la crisis de Cataluña, mantiene sus perspectivas de mejora, permite al Gobierno de Mariano Rajoy abordar este problema, que debe ser resuelto cuanto antes mejor. Es tiempo de que los representantes del Ministerio del Interior y de Hacienda, si es preciso, y las organizaciones que representan a los guardias civiles y policías se dispongan a actuar para un acuerdo sobre bases sólidas. Ya ha habido demasiadas promesas incumplidas por parte de todos los ejecutivos que se han sucedido en La Moncloa, demasiadas resoluciones parlamentarias convertidas en brindis al sol como para seguir dando largas al problema en otras negociaciones que se dilatan sin solución de continuidad. Se pueden establecer plazos y tramos para las subidas salariales, pero con un calendario cerrado. Porque no se trata sólo de terminar con una situación anómala, sino de reconocer una labor digna de todo elogio como la que desempeñan la Guardia Civil y la Policía Nacional. En este sentido, pocos españoles se habrán detenido a reflexionar sobre el hecho, del todo inusual, de que tanto los agentes de la Benemérita como los policías, a las órdenes de jueces y magistrados en su calidad de Policía Judicial, apenas basan sus atestados e investigaciones en el interrogatorio de los acusados, sino en la paciente recogida de pruebas de cargo e indicios de culpabilidad. España puede vanagloriarse de tener unos servidores del orden muy profesionales, formados en la excelencia de sus academias y que cuando presentan sus conclusiones a un juez se han preocupado no tanto de cumplir la estadística de delitos y detenciones, sino de la búsqueda de la verdad. Esta cualidad, que hace de la Policía y de la Guardia Civil dos instituciones de las más valoradas por los ciudadanos y de las que más confianza transmiten a la sociedad en general, tiene, también, su reflejo en la pura realidad, por cuanto sitúa a nuestro país, que es la tercera potencia turística, entre los más seguros del mundo y en la nación que menos crímenes violentos deja sin resolver. Son unas Fuerzas de Seguridad que, hoy, tienen el respeto profesional de sus colegas de la Unión Europea y forma en sus centros a policías de otros países. Todo ello por no referirnos al doloroso pasado reciente del terrorismo etarra, que exigió los mayores sacrificios a nuestros policías y guardia civiles, y que fue derrotado desde el imperio de la Ley, gracias, también, a su inmensa labor. Valgan estas referencias, que no pretenden ser más que relación de hechos de sobra conocidos por la mayoría de los españoles y, por supuesto, por todas aquellas personas que desempeñan su labor en estrecho contacto con la Policía Nacional y la Guardia Civil, para reclamar del Gobierno de la Nación y de los partidos políticos con representación en el Congreso de los diputados que se pongan manos a la obra y den fin a ese agravio que supone que unos funcionarios del Estado, ejemplares, ya decimos, en el cumplimiento de sus deberes, con vocación de servicio probada y con una eficacia profesional que admite cualquier comparación, cobren unos salarios inferiores a los de otros policías, autonómicos y municipales, que, en el mejor de los casos, cumplen unas funciones similares. No es de recibo, ni mucho menos de justicia, que esta situación de simple y llana discriminación que sufren la Policía Nacional y la Guardia Civil frente a los otros cuerpos de seguridad citados se haya mantenido a lo largo del tiempo. Se trata, pues, de reconocer la excelencia y la dedicación en el servicio de unos hombres y mujeres que siempre responden, aún en las peores circunstancias, a los requerimientos que se les hacen. Sin duda, los sucesos de Cataluña hayan llevado a la conciencia de los ciudadanos –que han vivido con vergüenza y dolor el acoso y las muestras de odio que han sufrido unas personas de bien por parte de incalificables individuos– esta situación de injusticia salarial, pero, incluso, sin el deplorable espectáculo del golpe antidemocrático, nuestros ángeles guardianes ya se merecían el mejor trato posible.

OPOSICIONES 2018

http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2017/04/06/convocatoria-plazas-funcionario-ano-sera/819762.html



Los opositores que aspiran a convertirse en funcionarios encontrarán el próximo año las mayores posibilidades de la historia para conseguir una plaza en la Comunidad Autónoma. La suma de los puestos de eventuales e interinos que pasarán a ser fijos y de las vacantes por jubilación que las instituciones públicas podrán sacar a oposición al elevarse la tasa de reposición al cien por cien permitirá la convocatoria de 13.600 plazas en tres años, lo que supone una media de 4.500 anuales. Sin embargo, la mayor parte de la oferta de empleo de este año quedará pendiente para 2018. La razón es que no dará tiempo de convocarla en el segundo semestre, una vez que se aprueben los Presupuestos del Estado, por lo se sumará a la del próximo año. Entre las oposiciones que han quedado pendientes para 2018 figuran las de Primaria.

POLICÍA NACIONAL Y GUARDIA CIVIL

http://www.larazon.es/espana/estamos-cansados-de-promesas-incumplidas-ME16476219

«Estamos cansados de promesas incumplidas»

José González, agente de policía de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), asegura que nada más salir de la Academia pagan de su bolsillo más de 1.000 euros por chalecos antibalas, grilletes...


 agente de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), dividido en 12 grupos. La mitad están destacados en Cataluña. José González se hizo Policía Nacional «por vocación, por el servicio al ciudadano y para poder defender los derechos y libertades de los demás». Hoy, en cambio, «alza la voz» para hablar de los derechos pisoteados de su Cuerpo.
–Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) se está pidiendo no tanto una equiparación salarial, sino que se reconozca económicamente a los Cuerpos que tienen más competencias frente a Mossos d’Esquadra, Policía Municipal, etc. ¿Cuál es la diferencia salarial?
–Las diferencias económicas son muy elevadas. Los policías ya estamos cansados de promesas incumplidas del Gobierno y partidos políticos. Llevamos 30 años de retraso, escuchando compromisos que reiteradamente son incumplidos por un gobierno tras otro, haciendo cada vez mayor la brecha salarial entre nuestro Cuerpo y el resto de los que operan en el territorio nacional.
–¿Cuál es el desembolso que realiza un agente nada más salir de la Academia?
–Un chaleco antibalas puede llegar a costar 600 euros, pero si eso se une a otros útiles necesarios para realizar nuestro trabajo, y que en ningún caso son de dotación, podríamos hablar de unos 1.000 euros.
–¿Qué otras cosas más os pagáis?
–En ocasiones botas, grilletes, etc. Los grilletes nos los dan de dotación, pero son de poca calidad y por eso muchos nos los compramos. Lo mismo sucede con las botas. Aunque en este caso no se las dan a todas las unidades, sí a UPR y a antidisturbios, pero no tienen calidad. En el uniforme no gastamos. El problema es que la uniformidad tarda años en renovarse. Y existen unidades, con una uniformidad específica como la de los compañeros que prestan servicio en moto, que no disponen del equipamiento más adecuado.
–La primera concentración policial para pedir la equiparación salarial tuvo lugar un día después de la celebración de un referéndum declarado ilegal. ¿Cómo está viviendo usted lo que está ocurriendo en Cataluña?
–Con indignación simplemente.
–En lo que respecta a los tiempos, ¿cómo calificaría la actuación del Gobierno?
–Bajo mi punto de vista han actuado muy lentos, tenían que haber enviado antes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
–Hay agentes que están pidiendo volver ante el desamparo que están viviendo.
–Claro que sí. No es de recibo ser insultado, tener que encerrarse en un hotel sin poder salir. Mis compañeros destacados en Cataluña se han sentido coaccionados. Además, no podían actuar, les dijeron que aguantaran en los hoteles.
–Hace unos días, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, se disculpó por la actuación de la Guardia Civil y la Policía durante el referéndum. ¿Qué le diría?
–Las imágenes hablan por sí solas. La Policía y la Guardia Civil actuaron con una profesionalidad increíble. Los sindicatos policiales, en unidad, han pedido en la jornada del pasado viernes el cese del Sr. Millo, y a raíz de ello han sido convocados en la sede de la Delegación de Gobierno en Cataluña mañana. No creo que le cesen, aunque a mí personalmente me gustaría.
–¿Cuál es el mayor insulto que ha recibido o que le hayan dicho a un compañero?
–De todo tipo e incluso agresiones, pero son cosas de nuestro día a día, del mismo modo que hay personas que nos alaban.